domingo, 23 de octubre de 2011

Gracias a esas personas a las que SI se les puede llamar amigos.

Gracias por las peleas, los enfados, los errores, las mentiras, gracias por cada una de las lágrimas que han caído; gracias por todo lo malo, porque si lo malo no existiese, lo bueno no sería bueno. Y que me tienes aquí siempre, que si me necesitas que me llames, que no pasará ni un segundo hasta que llegue, que puedes contar conmigo para todo, incluso para las ideas más descabelladas, que tienes un hombro para llorar y una amiga para reír, que en el poco tiempo que te conozco me has demostrado más que otras en toda la vida.