domingo, 15 de mayo de 2011

¿Por qué tú, por qué así?

A veces te siento tan cerca, me hablas, me sonríes, me miras a los ojos y consigues sacarme la mejor, la sonrisa más bonita. Y sí, es verdad; digo que hay que arriesgarse, que hay que aprovechar las oportunidades, que si sale bien, perfecto, y si sale mal, lo que cuenta es que lo has intentado. Pero no puedo, no consigo encontrar fuerzas. No funcionará, lo perderé para siempre, son los pensamientos que me impiden ser feliz, los que cubren mi mundo de una luz negra. Demasiadas veces sueño con poder gritar tu nombre, que todo el universo supiera que te quiero, que para mi eres lo primero, lo único, demasiadas veces... Porque contigo o sin ti, he aprendido a sufrir pero no ha ser valiente; he aprendido a que cuando pierdes esa oportunidad no vuelves a tenerla.
Son tristezas inoportunas, he caído en un pozo de amargura, del que es difícil salir. Olvidarte, ya lo he intentado. Decírtelo, aún no tengo el valor suficiente.

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