viernes, 25 de noviembre de 2011

No todas las historias tienen finales felices.

-Y esa cara, ¿a qué venía?
+¿Qué cara?
-La que me has puesto esta noche, hace sólo un par de horas cuando me has visto.
+Yo no te he puesto ninguna cara.
-¿No? Si me has mirado con una cara de asco...
+Ya, venga sí, lo que tú quieras...
-¿Qué te pasa ahora?
+No, ¿qué te pasa a ti?
-¿A mi? A mi nada, ¿por?
+Joder, que estás muy raro conmigo, que ya ni me hablas, que pasas de mi. Esto no es como antes... Antes nos reíamos juntos, me contabas tus cosas, me entendías, eras mi mejor amigo, de esos de los que ya casi ni quedan, y ahora nada. Estás perdiendo nuestra amistad, y sólo quiero saber por qué.
-Pero si eres tú la que está perdiéndola, eres tú la que ha decidido enamorarse de mi...
+¿¡Qué yo qué!? ¿Qué te piensas? Que yo no quería que me gustases, y yo no he decidido enamorarme de ti. Que para mi, la amistad vale más que cuatro te quieros mentidos, que tú vales más que tres putas caricias y un par de besos.
Y sí, te quiero, ¿y qué? Yo no he cambiado, ¿por qué lo haces tú? Te gusta complicar las cosas, y mira, si no me quieres... ¡ME DA IGUAL!
Bueno, no, no me da igual. Yo quiero lo que teníamos antes, es más, lo echo de menos. Echo de menos como eras, como eras conmigo, como me tratabas, y si te puse cara de asco, es porque tú me asqueas desde dentro, y eso me jode, me jode muchísimo, y más viniendo de ti, ''amigo''.-Y tras pensar que esa sería una buena respuesta, prefirió decir: -Ya veo lo que te importa nuestra amistad. Has decidido romperla en mil pedazos por un puto rumor, que encima es falso...-Sabía que no se merecía sus te quieros, y decidió no dárselos.

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