miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Quieres llorar? ¡Hazlo! Nadie te lo impide.

Sé que necesitas desahogarte; gritar, llorar, estar sola, golpear todo lo que esté en tu camino... Pero, piénsalo, ¿de verdad vale la pena?
¿Crees que se merece que estés así por él? No, no se lo mereces. Tampoco se merece ni un ''lo siento'' más, ni que le pidas perdón otra puta vez.
Plántale cara. Dile lo que piensas. Recuerdale todo lo que has hecho por él, y como te lo agradece ahora. Recuerdale lo que fuisteis el uno para el otro; mejores amigos, decíais...
La verdad, alucino. No podía llegar a pensar que una persona pudiera cambiar tanto en menos de un mes. Lo conocías mejor que nadie y ahora, ahora es otra persona.
Ha cambiado. Ya no es el mismo, no es él, y todo por culpa de sus ''nuevos amigos'', por llamarlos de alguna manera.
Lo mejor, es que dentro de poco pasarán de él, y se quedará solo. Ha perdido a sus amigos, a los de verdad. Vendrá arrastrándose y pidiendo perdón. Y ella, como buena persona que es y sobretodo mejor amiga le dirá que es agua pasada, y todo volverá a ser como antes.

María C. es vuestra historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario